ME DICEN NOCTÁMBULA ...
Me dicen noctámbula ...
Porque hiero con mis ojos de miel
el papel sobre el que escribo
las realidades que me convocan.
Porque aprovecho la soledad
de titilantes lentejuelas infinitas
para que reencarnen en poemas.
Porque pronuncio plegarias al Eterno
con música de fondo improvisada
por mis acentuados latidos románticos.
Porque soy parte de las gotas de lluvia
que bendicen el sediento suelo
del abrojal misterioso de la oscuridad.
Porque observo la delicada ligereza
de pasos de baile de una libélula
que gira alrededor de mi cabeza.
Porque me entrego a las abejas obreras
que revolotean en el gineceo del alma
para desamarrar ecos poéticos.
Porque la pulcritud de los delantales
donde secan sus manos mis palabras
les imprimen su blanca prosperidad.
Porque la tenue luz de la vigilia
me cobija con sábanas de sentimientos
en cuartos crecientes de esperanzas.
Porque las hadas me besan la frente
poniendo una coronita de flores
sobre mis tintas primaverales.
Porque conllevo la savia del rosal
en mis recuerdos ofrecidos y perennes
trasnochando en mis emociones.
Porque se abren las corolas relucientes
de fertilidad creativa multiplicada
en mi mente de riegos estelares.
Me dicen noctámbula ...
Porque cuento mis soñares
arrodillada en cráteres de relojes
desarmados de la luna.
Porque vibran las arpas heridas
de mis silencios imperdibles
sobre los renglones abandonados.
Porque publico nuevos capítulos
de tréboles, lilas y rubios girasoles
en palpitantes brisas sentimentales.
Porque mis ingrávidos pensamientos
perduran en mis rondas espaciales
con gratitud serena e incontenible.
Porque amo la cercanía del zumbido
de los enjambres de ideas elevadas
parloteando y rimando en mis oídos.
Porque mi espíritu respira paz
derribando fortalezas de temores
dialogando con la musa anochecida.
Porque lustro con polvo de estrellas
cada letra de mis versos voladores
para que brillen a lo largo del tiempo.
Porque divulgo trinos sin prejuicios
en mi decir pícaro y enamorado
cuando el lucero se baña en el jardín.
Porque el café de las pausas
se enfría al enunciar vocablos
que me estremecen de pies a cabeza.
Porque encuaderno flores secas
y utilizo lápices de colores y valores
para derramar mis aguas apasionadas.
Porque con flores de durazneros
adorno lo simple e importante del amor
mientras duermen los hombres.
Porque hago duetos con el universo
sin que critiquen mi afinación
los astros que protegen su caverna.
Me dicen noctámbula ...
Soy noctámbula por naturaleza.
Autora: María Rosa Ferrarotti
17/03/2021
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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