DÉCIMAS DE BESOS GUARDADOS
Aguardiente son tus besos
que me queman en la boca,
y saciedad me provoca
el tenerlos todos presos;
manteniéndolos ilesos
de mordiscos de distancias,
del calor de otras estancias,
en medio de los desiertos,
de otros destinos inciertos
donde pierdan sus fragancias.
Tus labios me condenaron
y me robaron sabores
de los frutos, los dulzores
que otras veces encontraron
mi amor y desenterraron
la pasión y la locura,
transformándose en tortura
recordar aquella gloria
donde obtuve la victoria
de beber su savia pura.
Tus labios me han maltratado
al privarme de sus fresas.
Al no cumplir las promesas,
pues mi cuerpo han olvidado.
No recuerdan que han rodado
por mi frente y por mi cuello,
por mi espalda y mi cabello,
sin ningún remordimiento.
Sin que importe lo que siento.
Si en otros, choco y me estrello.
Me reencontraré en tus labios
para engendrar más delicias
de melaza, muy propicias;
usando mi pintalabios.
Me darás besos más sabios
que exploren mis dulces aguas
y naveguen cual piraguas
por ríos emocionales
de mis zonas tropicales
ardientes como las fraguas.
Autora: María Rosa Ferrarotti
27/09/2020
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.