RECELOS
DÉCIMAS
Al este de mis anhelos
se resguardan añoranzas.
Desean cobrar venganzas
pues cultivaron recelos.
No convidan caramelos.
Sus sabores son amargos.
Saben a tristes letargos.
Montan guardias celestiales.
Tienen arrugas faciales.
Sufrieron varios embargos.
Agolpados sentimientos
entremezclan sus sustancias.
Presuntuosos. Con jactancias.
Dando sus consentimientos
para dar alojamientos
en cuevas de sus montañas
a redes de telarañas
llamativas, impactantes.
Son las siluetas mutantes
de las pasiones tacañas.
Con la visión extraviada
en un ayer de fracasos
hago múltiples traspasos.
Respiro desagraviada.
Con perdones, ataviada.
Con olivos de silencio.
En mi rodar evidencio
dejar atrás compasiones.
Renovar las ilusiones.
En el alma, las secuencio.
Empapelo las sonrisas
con perlas de nácar rosas.
Asombrosas. Milagrosas.
Sostienen frases concisas.
Arreboladas. Precisas.
Bailan un vals con el aire
haciéndolo con donaire.
Muerden los labios dormidos
de ceibos entumecidos.
Estrangulan el desaire.
En mí, la fe se refuerza.
Siembro sol en mis jardines.
Acomodo los cojines
donde mi soñar almuerza.
Antes que la siesta tuerza
el brazo de mis deseos
la perfumo con poleos.
Le doy besos sin que pida.
Para que no se despida
muy pronto de mis rodeos.
Concreto los reportajes
a la luna cuando brilla.
Mi mirada la rastrilla.
Cristaliza sus anclajes.
Pule dorados carruajes
que trasladan rebeldías
hasta sus tierras baldías
desde la piel de mis valles.
Cruza despacio las calles,
con supremas osadías.
Autora: María Rosa Ferrarotti
15/08/2021
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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