AGUACEROS DE PALOMAS
DÉCIMAS
Aguaceros de palomas
a mi mente la restauran.
En las neuronas instauran
los olivos de sus lomas.
Dejándoles los diplomas:
de paz, amor y trabajo;
que suenan cual contrabajo,
con su voz rítmica, grave.
Haciendo que se desgrave
su sonido cabizbajo.
Trato de poner a punto
la lumbre de cada verso.
Conmigo misma converso.
Mis expresiones apunto.
Algunos días, repunto,
hasta llegar a la cumbre.
Otros, tienen la costumbre
de no llegar a su meta.
Remontan como cometa,
con locuaz incertidumbre.
Las palabras me fascinan,
me cautivan, me seducen.
Mis pensamientos traducen.
Mis ideas patrocinan.
Producen y vaticinan
resultados muy diversos,
en la construcción de versos
que quieren brillar aullando.
Si permanecen callando,
tendrán finales adversos.
Escoger bien lo que digo
es de mayor importancia.
Qué contenga la sustancia
del amor con que bendigo
a las rimas que prodigo
de lucidez elocuente.
Siendo siempre consecuente
con sentimientos que exploro.
Porque mentir yo deploro.
No soy un ser obsecuente.
A mis amigos les lego
el corazón en la mano.
Con él a todos hermano
y mis temores doblego.
A su pasión le delego
voluntad de reinventarse,
a las brisas adjuntarse
para volar por los cielos
rozando los rascacielos
de libertad, al soltarse.
Autora: María Rosa Ferrarotti
16/01/2021
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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