MI ALMA EN TU ALMOHADA
DÉCIMAS
Dejé mi alma en tu almohada,
por si quieres abrazarla
y de nuevo desnudarla
en una noche estrellada.
Es un alma enamorada.
Quizás puedas retenerla
y su aura protegerla
hecha un suspiro en el aire,
sin sufrir ningún desaire.
Con dulzura, sostenerla.
Dejé mi suave fragancia
de lilas, sobre su funda
para que no se confunda
con otro aroma en la estancia.
Es de máxima importancia
que te aferres a mi sombra
que al atardecer se asombra
con arrullos de paloma
y de bruces se desploma
cuando tu brisa la nombra.
Te dejé lo más preciado.
Son los pétalos de mi alma
esparcidos con la calma
de saberme un ser amado.
Un capullo delicado
del rosal de la esperanza
donde el amor sueña y danza
como lluvia de verano,
que comienza muy temprano
y en las horas se abalanza.
Te dejé como recuerdo
una luna en la ventana.
Una larga caravana
de ilusiones que no pierdo.
El compromiso, el acuerdo
de amarnos la vida entera
como eterna primavera,
por sus trinos, bendecida.
Te dejé mi alma rendida,
como tu fiel compañera.
Autora: María Rosa Ferrarotti
09/03/2024
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.