PRIMAVERA BENDECIDA
DÉCIMAS
Bajo lunas marmoladas,
las lloviznas de glicinas
mojan todas sus esquinas
y le tienden emboscadas
a las noches amuradas
en las mansas primaveras.
Construyendo madrigueras,
los rocíos errabundos
van cayendo moribundos
con sus fuertes temblequeras.
Se deslizan armonías
por las cuerdas retorcidas
de las brisas renacidas,
acercando lejanías
a la tez de cercanías
de los robles señoriales.
Van abriendo los ojales
en ropajes de sus hojas.
Sus costuras quedan flojas
y no son todas iguales.
Candilejas amarillas
de retamas de noviembre
iluminan en diciembre
con floridas mascarillas
de doradas mostacillas,
los perfiles de lagunas.
Organizan sus comunas
contemplando los espejos
que las besan con reflejos
escondidos en sus cunas.
Remembranzas de azucenas
maniatadas por auroras,
de leyendas son autoras.
Mientras, rezan sus novenas
encerradas en almenas
del piadoso firmamento
las fragancias del momento.
Los rosales entrelazan
terciopelos y rechazan
a los sastres del lamento.
Las simplezas de las calas,
en sus cántaros entregan
nubes blancas que navegan
sin los remos de sus alas.
En su viaje con escalas
van dejando donde pisan
lo que sobra, ni precisan.
Forman largas caravanas.
Yacen bajo las ventanas
y de lejos se divisan.
Se rebalsan de claveles
los telares del lucero.
Tejen mantas con esmero
y repican cascabeles
sobre ramas de laureles
de jardines florecidos.
Sus romances esparcidos
con el polen de la gloria
hacen suya la victoria,
por los astros, bendecidos.
Autora: María Rosa Ferrarotti
10/06/2022
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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