JACINTOS MORADOS
DÉCIMAS
Unos jacintos morados,
recibí por las mañanas
en las últimas semanas.
Con la cinta sujetados
y con un moño adornados.
No traían remitentes
las tarjetas en sus frentes.
"Necesito que perdones
mi necedad, mis acciones",
eran las frases frecuentes.
¿Es sal de arrepentimientos
lo que implican las palabras
con las que el alma me labras
buscando resurgimientos
de mis nobles sentimientos?
No me apropio de rencores
pero guardo sinsabores
que lastiman las entrañas.
Son gigantes telarañas
que capturan los dolores.
Las flores no solucionan
los decires y los hechos
que no causaron provechos.
Si al amor lo condicionan,
sus muros se desmoronan.
Van subiendo semitonos
las mentiras y abandonos
que tiempo atrás no existían.
Las personas desvarían
y se caen de sus tronos.
Solitarias, cual narcisos,
mis emociones se bañan
en los soles que acompañan
mensajes cautos, precisos.
Descartando los permisos
para ingresar a mis tierras,
tú solito, puertas cierras.
Deberías regalarme
tu valor para enfrentarme.
Pero tus culpas entierras.
Si mi perdón necesitas,
no me envíes más jacintos.
Desanda los laberintos
que ocasionaron tus cuitas.
Vierte expresiones bonitas
en floraciones sinceras.
Románticas. Hechiceras.
Ven, refléjate en mis ojos,
incitando desalojos
de piedad en mis trincheras.
Autora: María Rosa Ferrarotti
07/05/2023
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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