CON EL CORAZÓN CANSADO
¡Cómo te extraño!
Doblan campanas de traición en las esquinas,
de cada calle de este corazón cansado.
¡Cómo te extraño!
Hoy las agujas del reloj marcan adioses,
tras los acordes de tus pasos tan lejanos.
¡Cómo te extraño!
Se arremolinan los fantasmas que engendraste;
en el arcón de los recuerdos extraviados.
¡Cómo te extraño!
Soy pasajera de una vida sin andenes;
no hay otras vías, ni estaciones de recambio.
¡Cómo te extraño!
Busco en mi mente tu figura solitaria;
perdió su forma, su dibujo se ha borrado.
¡Cómo te extraño!
Con tu pecado partieron mis ilusiones;
raro conjuro que dejó mi alma en pedazos.
¡Cómo te extraño!
Quemo las cartas de mi orgullo desgarrado;
digo tu nombre y no mereces ser nombrado.
¡Cómo te extraño!
Te espero aquí, siempre te amé y te sigo amando.
En el palacio de mi amor, tú, fuiste el amo.
Y aunque no ocurran muy seguido los milagros,
ruego que vuelvas y te quedes a mi lado.
Para el perdón, el corazón pondrá reparos;
pero el amor, será más fuerte que tu engaño.
Cuando tu lluvia limpie el barro del pasado,
ya no tendré por qué decir: ¡cuánto te extraño!
Autora: María Rosa Ferrarotti
28/01/2005
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.