LA DAMA DE NOCHE
Con sus faroles de noche, la luna sale a pasear;
iluminando el sendero, donde el amor ha de andar.
Busca refugio en los sauces, se espeja en el manantial;
se apura en su derrotero, pensando al sol alcanzar.
No se da cuenta la luna, que el amor viene y se va.
La luna acuna a los grillos, se interna en el salitral;
pero no encuentra a su amado, él, muy lejos de ella está.
La dama llora en los ríos, roza la selva al pasar;
pero no existen vestigios de su amor, en su rodar.
Por más que apure su paso, al sol no lo va a encontrar;
pues cuando llegue la aurora, se quebrará en su soñar.
La novia del sol naciente, cansada de caminar;
al fin quedará dormida, sin poder su amor hallar.
Y, cuando floten fragancias del jazmín y del rosal;
al llegar la noche tibia, otra vez saldrá a pasear.
Buscará a su amor en vano, su Romeo escapará;
porque al sol escurridizo, le gusta hacerse desear.
Autora: María Rosa Ferrarotti - 06/11/2004 - De Antología Poética y Cancionero "Mucho gusto, ¿quién soy yo?"- DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
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