DESPÍDEME DE ...
DÉCIMAS
Despídeme de tus ojos.
Que se van como jangada
siguiendo la correntada
llevándose mis antojos.
No me dejes sus despojos.
Qué sus hojas me den sombra.
Se transformen en alfombra
para lacrar con mis huellas.
Pintándole mil estrellas,
mientras mi boca te nombra.
Despídeme de tus brazos.
Sus ramajes, no repelo.
Con sus flores, empapelo
mi corazón con abrazos.
Con tus fuertes antebrazos
aprietas mis emociones,
sin guardar las discreciones
en mis cañadas nocturnas,
embriagadas, taciturnas;
causando perturbaciones.
Despídeme de tus besos.
De sus vinos añejados.
De dulzores, engendrados,
que deleitan con excesos.
Enloquecen sus regresos
de viñas en abundancia.
Porque tienen implicancia
en mi sed de varietales.
Abren del placer, portales.
Conservan gran relevancia.
Despídeme de tu risa.
De las dalias de tu sangre.
Tú fuiste mi purasangre.
El que robaba la brisa
al correr a toda prisa
para llegar a destino.
Un bagual muy libertino,
con andar desenfrenado.
Del amor, desgobernado.
De rodeo clandestino.
Autora: María Rosa Ferrarotti
26/03/2021
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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