NARDOS DE MI CIELO
DÉCIMAS
De los nardos de mi cielo
se desprende la blancura
de la luna que captura
el romance donde cuelo
las hojitas de consuelo
apretadas en sus rayos.
Se producen los desmayos
de sentires que palpitan
en estrellas que tiritan.
Del amor, son pararrayos.
En los cisnes de mi lago
trasnochado viajan sueños.
Pretenciosos. Pedigüeños.
Los dibujo. Los deshago.
Sobre páginas divago
alentando plenitudes.
Alcanzando latitudes
demarcadas en los versos
relegados y dispersos.
Suscitando gratitudes.
En mis manos entintadas
con albores de reseda,
cada letra canta, rueda.
Son las aves encerradas
y de pronto, liberadas
en gorjeos insistentes
que se bañan en las fuentes
de palabras solidarias.
Siempre juntas, necesarias.
Son portales transparentes.
Como lluvia de verano
que remoja los yuyales,
los poemas son sauzales
de percal de luz liviano,
extendido, donde gano
pensamientos escogidos.
Son plantines repartidos
en el huerto del silencio.
Los abono, los potencio,
con candores concedidos.
Las galaxias conocidas
de mis líricas opciones,
multiplican donaciones
de pasión, fortalecidas.
Son las copas verdecidas
que sustentan mis escritos.
Implacables requisitos
que perforan las auroras
del pasaje de las horas,
cuando tristes, dan sus gritos.
En mi pecho se despiertan
maremotos, terremotos.
La quietud. Flores de lotos
que sagrada paz ofertan
aunque sus raíces viertan
en el fango del destino.
Impurezas elimino.
El espíritu reacciona.
Su pureza la pregona
con un hálito divino.
Autora: María Rosa Ferrarotti
23/06/2022
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Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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