MI AMOR AL PARANÁ
Las luces de la tarde se caen sobre el río,
cascadas de glicinas su aroma grato dan;
y una canoa vieja se arrastra por las aguas,
abriendo con su pecho la brisa del canal.
Los rojos pajaritos del ceibo florecido,
vuelcan su colorido sangrando sin cesar;
y un murmullo lejano de muy diversos trinos,
festejan que la noche los cubre con su paz.
El litoral se acuesta sobre sábanas blancas,
de estrellas que tapizan de cielo el naranjal;
islotes y juncales amarran sus entrañas
al ímpetu grandioso del bravo Paraná.
Cuando el azul se puebla de nubes de algodones,
los pescadores surcan de redes el canal;
y algún dorado o bagre, o un surubí mediano,
se queda allí enganchado y no se suelta más.
El islero renace en cada madrugada,
prepara su carnada y su caña de pescar;
su amor por esa tierra se agranda cada día
y aunque se inunde a veces, jamás la dejará.
Autora: María Rosa Ferrarotti
08/02/1988
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
De Antología Poética y Cancionero "Mucho gusto, ¿quién soy yo?"
Imagen de Internet.