DÉCIMAS DEL DESTINO
Miro hacia atrás y recuerdo
lo que me dejó la vida.
Eso que nadie se olvida
y en mi corazón encuerdo.
Si no estuviera de acuerdo
con el trovar traspasado
por algún antepasado
al vergel de mi presente;
cuando yo lo represente
sonará descompasado.
De todo lo acontecido,
guardé la más pura esencia.
De lo bueno, su presencia.
Lo malo, se ha adormecido.
Otra parte, ha perecido.
Antes, debí padecerlo.
En mi ser abastecerlo
y no sentirme varada;
sino de pie, bien parada;
para afirmarme y vencerlo.
Mi sino me puso a prueba
enfrentando situaciones,
sin darme muchas opciones;
mostrando que quién reprueba,
tarde o temprano comprueba
que no fue tan doloroso.
Te vuelve más vigoroso
aprender ciertas lecciones.
Vendrán las compensaciones
de un futuro esplendoroso.
Estoy mirando anhelante
como abrojo hacia el camino;
como pluma al pergamino
que necesita un trasplante
de musas en su semblante;
para seguir escribiendo.
Y continuar sucumbiendo
a mi estelar desvarío;
a la frescura del río,
al ir sus lunas bebiendo.
En los campos de labranza
de nuestras frases melosas,
quizás un tanto filosas;
dejaré una remembranza,
ordenando la cobranza
de un mirar apasionado,
de un clavel aprisionado
entre tu boca y mi boca;
donde el amor desemboca
con ardor, convulsionado.
De aquí, mi agradecimiento
por todo lo que he heredado.
Por los dones que me han dado.
Logrando el conocimiento
que contiene el yacimiento
de un escritor y su historia;
que es un ave migratoria
buscando siempre su norte
para que sirva de aporte
a su versar y oratoria.
Autora: María Rosa Ferrarotti
06/11/2020
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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