CASCADAS DE AUSENCIAS
DÉCIMAS
Pasaron ya muchos años
de ese amor que nos tuvimos.
De los besos que nos dimos
sin que existieran engaños.
Sin sentimientos tacaños
que opacaran los caminos
de nuestros mutuos destinos,
pues las pasiones reinaban
y de placer nos colmaban
con sus exquisitos vinos.
En las cascadas de ausencias
fenecieron ilusiones.
Convocaron maratones
tus continuas imprudencias.
Fueron perdiendo vigencias
esos momentos vividos
cuando estábamos unidos
recorriendo los senderos
de sentires verdaderos
sin fantasmas escondidos.
No volvimos a mirarnos
en las rosas de ponientes.
Dos seres indiferentes
sin poder comunicarnos.
Sin volver de nuevo a amarnos
transformando sus amores
en los amargos sabores
de secretos y agonías
desbordados de falsías
e innumerables errores.
Terminamos separados
con los corazones rotos.
Soportamos terremotos
muy fuertes y moderados.
Nos quedamos destrozados
sin poder recomponernos
de los infiernos internos
y a este presente llegamos
donde ese ayer aceptamos
sin las heridas lamernos.
Hemos saldado las cuentas.
No hay rencores. Sí, distancias.
Me deleitan las fragancias
de las lavandas y mentas.
Las páginas pasan lentas,
mientras transcurren las horas
serenas, demoledoras,
de lecturas solitarias.
En las brisas solidarias,
frescuras son salvadoras.
Me gusta quedarme a solas
con mis sueños imposibles.
Los convierto en irrompibles
y los siembro de amapolas.
Les pongo las camisolas
de las noches desveladas
a primaveras robadas
de los más bellos instantes
que siguen siendo importantes
al final de las jornadas.
Autora: María Rosa Ferrarotti
27/04/2024
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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