HIGOS DULCES DE PLACER
Como meteoro de flores azules, abrió la tarde un capullo en tu piel.
Soñó la brisa envolverte en sus rizos, y en las penumbras brotó tu vergel.
Quiso que fueras musgo en mis laderas, una aurora presa de rosa y clavel.
Grito en el aire disperso en tu aroma, una magnolia de marfil y miel.
Nació la noche engrampada de estrellas, en higos dulces nos dio gran placer.
Un vals de besos bailó en nuestros cuerpos, y cristalina era el agua a beber.
Brincó tu nombre encerrado en mi pecho; oda a la luna, pasión a granel.
Una aventura robada al destino, un juramento entre hombre y mujer.
Pedí socorro al rosal de tus brazos, y entre sus flores, rendida quedé.
Con tus legiones de suaves caricias, fui derrotada, muriendo a tus pies.
Fueron antorchas de rojo deseo; las que quemaron, por dentro, al crecer.
Constelaciones tatuaron mis rezos, cuando mi amor, a tu amor le entregué.
El edredón de un otoño gastado, pobló de colores el amanecer.
En la bahía perdida de mi alma, alumbró tu faro mi eterno querer.
Autora: María Rosa Ferrarotti
20/01/2009
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR
De Antología Poética y Cancionero
"Mucho gusto, ¿quién soy yo?"
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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