DÍA DE CAMPO
DÉCIMAS
Un paseo por el campo
reverdece sensaciones.
Hago mías sus canciones.
En sus colores, acampo.
Mis tristezas, las escampo.
Entre lapachos rosados
por las brisas acosados;
andan liebres y perdices.
Zorzales, comen lombrices;
en tierra firme posados.
Los eucaliptos y robles
que diviso muy distantes,
tienen portes elegantes;
y sus maderas son nobles.
Pero, personas innobles,
a veces, les hacen daño.
No respetan su tamaño.
Los talan sin miramientos.
Obran avasallamientos
en sus figuras de antaño.
Sigo muda, por las sendas.
Paso cerca de los pinos
donde palpitan los trinos.
Regocijan sus ofrendas.
Especiales. Estupendas.
De calandrias, cardenales.
Son aves tradicionales,
cual palomas y caranchos.
Los horneros hacen ranchos.
Son joyas artesanales.
Unos tordos renegridos
van destruyendo los huevos;
colocando propios, nuevos;
usurpándoles los nidos
a sus dueños, confundidos;
hasta que las crías crezcan.
Y los "padres" abastezcan
con sus menúes selectos,
que serán más tarde, insectos;
que pichones agradezcan.
Las abejas se zambullen
entre las flores de tilos.
Los estambres y pistilos
permiten que los patrullen.
Grandes enjambres que bullen
van requiriendo su polen.
Aunque los teros controlen
con gritos aterradores
sus nidos, de predadores.
Es posible que los violen.
Vuelvo bien acompañada
de plátanos, en hileras.
Mientras aves carroñeras
buscan la presa dañada.
De manera desmañada,
al pie de los algarrobos
se vanaglorian por robos
para saciar apetitos.
Los halcones son peritos.
No necesitan adobos.
En la laguna, muy quietas,
unas garzas infractoras
entre juncos y totoras;
completan planes de dietas.
A los peces, ranas prietas;
los tragan uno por uno.
Toman un gran desayuno.
Un sauce le toma pulso
a su llorar tan convulso.
Con mi piedad, lo vacuno.
Tras un ombú solitario
varios caballos relinchan.
Los rayos del sol los pinchan.
El ramaje solidario
es centro del escenario
de las cotorras que chillan
y con su voz acuchillan
el atardecer de luces
que forjan los contraluces
que mi mente destornillan.
Esta paz me reconforta.
Me devuelve mariposas.
Huelo perfume de rosas.
Su fragancia se reporta.
Un picaflor no soporta
quedar fuera del paisaje.
Ha conseguido pasaje
para libar de jazmines
la tinta de los plumines
de mi futuro mensaje.
Autora: María Rosa Ferrarotti
18/04/2021
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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