REFLEXIÓN DE VIDA
La vida,
es una anécdota más, que quedará
asentada en el diario del destino.
Es el todo y la nada, hoy somos; mañana, no.
Con un principio y un final predefinidos.
Como una biblioteca llena de libros,
que no terminamos de leer, por algún motivo.
Como una correntada, que arrastra
lo malo y lo bueno, al precipicio.
Como una bandera que flamea en lo alto,
y luego, aparece destrozada sobre el piso.
Como un argumento,
que todos pensaron y nadie dijo.
Como una estrella en la frente,
indicando un camino, desde que nacimos.
Como estampida de recuerdos,
que alguna vez vivimos.
Como risas y abrazos,
con los que nos sorprendimos.
Como música de tango
que no supimos bailar a su propio ritmo.
Como gracia de Dios,
que nos dio instrumentos para redimirnos.
Como partícula espiritual,
esparcida en el infinito.
Como árbol que crece, forja sombra
y es destruido.
Como caricias: que calman, sanan;
brindando alivio.
Como el presente, que ya está ausente,
murió de frío.
Como tu alma, que me da fuerzas
y me levanta con optimismo.
Como las cosas, que un día aparecen,
otro, desaparecen, y no las vimos.
La vida,
nos pone pruebas, también, salidas;
nos brinda indicios.
Es solitaria y solidaria,
nos trae amigos.
Calla y otorga, deja que actuemos,
que revisemos: vicios, prejuicios.
Nos da los triunfos y los fracasos,
para aprender cómo conseguirlos.
Es compañera, nos da razones
y las seguimos.
Pero se aleja, nos da la espalda
cuando morimos.
Por eso: sueña, disfruta, brinca;
no te conformes con lo ofrecido.
La vida es tuya, toma del viaje, su mejor vino.
Autora: María Rosa Ferrarotti
11/07/2021
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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