CAFETALES
DÉCIMAS
Una taza calentita
de café recién molido
y exquisito contenido,
dulce recuerdo suscita.
Es concretar una cita
con sabor a tu mirada
hacia mi rostro inclinada.
Me propongo su cosecha.
Queda el alma satisfecha,
de todos males aislada.
Ese café que acompaña
tu momento de tristeza,
es el que te despereza
y tu mente desempaña
removiendo la maraña
del problema que te afecta.
Que la lucidez inyecta
al comenzar cada día,
imprimiendo su alegría
en personas que conecta.
Proviene de las laderas
de montañas. De llanuras.
Conservan sus ataduras
tropicales, hechiceras,
con las altas cordilleras.
Cafetos enamorados.
Por el clima, modelados,
nos dan sus granos rojizos
que reciben los bautizos
de los cielos anegados.
El sol, sobre cafetales,
apura sus crecimientos.
Sus blancos florecimientos
cual jazmines fraternales,
constituyen los avales
del nacimiento de frutos
de variados atributos
en intensidad y aromas.
Hablan distintos idiomas.
Y les rindo mis tributos.
Un libro. Un café contigo.
Compañeros infaltables.
Placeres insuperables.
En mis versos desperdigo
loores con los que irrigo
el sentir que me atraviesa
cuando está sobre la mesa
una taza rebosante
de café reconfortante
que notas propias expresa.
Autora: María Rosa Ferrarotti
05/03/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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