TE ENGAÑÉ
DÉCIMAS
La otra noche te engañé
con un hombre que me amó
y muy fuerte me abrazó.
A sus ansias me entregué.
Luego, cuando desperté,
seguí sintiendo su aliento,
el latir de un sentimiento
muy profundo en el que ardí.
En mi cuerpo reviví
un gozoso agotamiento.
Pareció un sueño real.
Te engañé sin meditarlo.
Solo quise disfrutarlo.
Consentimiento total.
No quise ser desleal.
Pretendí sentirme viva.
Una mujer atractiva
saboreando dulces besos
con pasión y sin recesos.
Siendo muy provocativa.
Te engañé con tu pasado.
Con ese joven que fuiste.
Pues hoy desapareciste
de mi vida, cual pecado.
De tu ser has desterrado
el amor que nos tuvimos.
Como dos sombras seguimos
separadas por errores.
Nos volvimos perdedores.
Ninguna pieza movimos.
Apareces en mis sueños.
Del presente, estás ausente.
¿Se secó de miel la fuente
y se apagaron los leños
de los ayeres de ensueños?
Espero que te liberes
de dudas y recuperes
el fuego que nos unía.
Creábamos melodía
al aumentar los placeres.
Te extraño como lucero
que aguarda su luna llena.
Y voy muriendo de pena
cual llanto del aguacero.
Por verte, me desespero,
vestida de desventura.
Se va yendo mi cordura.
Mis brazos están abiertos.
Mis labios están desiertos.
¡Hacia mí, ven con premura!
Autora: María Rosa Ferrarotti
08/05/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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