PIMPOLLO DE ROSA
DÉCIMAS
La mañana ya revienta.
El rosal del firmamento
hace raro juramento
con el alba cenicienta.
Un pimpollo se impacienta
por abrir su luz interna.
Sus afanes, los alterna
con la paz que se desprende
del oriente que sorprende
encendiendo su lucerna.
Ese capullo de rosa
de semblante sonrosado
en la nube recostado
cual amante mariposa
que dulcemente se posa
sobre un pistilo atrayente,
va besándole la frente
a los vergeles del cielo
asegurando el deshielo
de la aurora displicente.
El rey sol brinda su ayuda
a la flor para que abra,
y con un abracadabra
su corola desanuda.
La rosa luce desnuda
en el espacio infinito.
Le susurra suavecito
la brisa con su descaro.
La flor no pone reparo
pues le gusta su airecito.
La madrugada despunta
y parece una cascada
de pétalos abrazada
por el sol, de punta a punta.
Sus reflejos les adjunta.
La rosa con su belleza
manifiesta su pureza
sobre el mundo, por destino;
mientras resuena algún trino.
A clarear, recién empieza.
Autora: María Rosa Ferrarotti
30/04/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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