OBSEQUIO
DÉCIMAS
No rechaces mis presentes
aromados de azucenas.
Eres tú quien desenfrenas
a mis musas más ardientes
de maneras sorprendentes.
Mi solar te está esperando.
Este amor va reclamando
que construyas antesalas
de pasión con largas alas
mientras besos vas sembrando.
Los ocasos se arrodillan
en los bancos de corales
de los mares más australes.
A sus fondos los rastrillan
con sus rayos y martillan
los sentidos que albergamos.
Con caricias navegamos
sin temor a los naufragios,
escuchando los adagios
de la tarde que surcamos.
Yo te obsequio mis miradas
con sus mieles deliciosas.
Ven conmigo, así reposas
en sus camas desarmadas.
Ellas son afortunadas.
Al mirarte se deslizan
por tu rostro y lo tapizan
con sus finas lencerías
de frecuentes osadías.
A tu amor lo magnetizan.
Madreselvas muy fragantes
de las tardes moribundas,
al amor le ponen fundas
permanentes y galantes.
Ya no somos dos infantes.
Ilustramos las historias
con las cálidas memorias
perfumadas por las lilas
de placeres que ventilas.
Tus virtudes son notorias.
Autora: María Rosa Ferrarotti
13/10/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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