CONJUROS
DÉCIMAS
En olivares maduros
de tus ojos al mirarme,
necesito cobijarme.
Ejecutar los conjuros
que satisfagan apuros
de mis labios, por besarte.
De tu boca, arrebatarte
unos mordiscos sabrosos
que no quieran ser piadosos,
procurando saborearte.
Hechizos fueron lanzados.
Somos seres pasionales.
Apetitos personales
por los dos resucitados
se quedaron encarnados
en los cuerpos anhelantes
de dos perfectos amantes.
Una historia compartimos.
De cenizas, resurgimos.
Aves fénix crepitantes.
En la gloria de los días
aquietamos tempestades.
Sepultamos soledades
en letales lejanías.
Afinamos punterías
de sueños que renacieron
y de tristezas huyeron
para sembrar agapantos,
suplantando desencantos
que una vez nos desunieron.
Como varas de los nardos
aromamos a las brisas
desde las altas cornisas
de nuestros cuerpos gallardos,
dejando atrás mustios cardos
de espinosas añoranzas,
efectuando las andanzas
por incontables caminos
bajo los cielos de linos
de las bienaventuranzas.
Autora: María Rosa Ferrarotti
04/11/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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