DEL ROSAL EN QUE NACÍ
SEXTILLA HERNANDIANA (a bb cc b)
Del rosal en que nací,
fui única flor de agosto.
Eso, me trajo algún costo.
Una rosa soñadora.
Actualmente, una señora,
que del versar saca el mosto.
Pimpollo de tez tan blanca
como las crestas del mar.
Siempre me gustó cantar
cual jilguero en el estío.
Como el agüita del río
que rocas suele saltar.
Abanderada dos veces.
Con valores fui criada
y por mis padres, amada.
Al no tener un hermano
para jugar, toqué el piano.
Era una chica envidiada.
No existe una envidia sana.
Esta adulta no comprende
a la gente que pretende
desear poseer lo ajeno.
La envidia es mortal veneno.
En vez de envidiar, se aprende.
La vida, golpes me dio.
Pero también, alegría.
Los soles de cada día.
Las lluvias del desconsuelo
bordadas en un pañuelo.
A Dios, como compañía.
Fue clara mi vocación.
Quise ser una maestra.
Mi emoción ya lo demuestra.
El enseñar, me apasiona.
Usar bien cada neurona,
autoestima a mí me presta.
Aprendí que la lectura
apegada a la experiencia
disfrutan su convivencia.
Si escribo, me desahogo.
Mis energías erogo
y desarrollo paciencia.
Me da rechazo el engaño.
No soporto la mentira,
ni la traición, ni la ira.
Una persona decente,
te mira y dice de frente
las verdades que respira.
Siendo bastante mayor,
soy una niña por dentro.
Con mi inocencia me encuentro.
No hay maldad en lo que hago
y el bien común lo propago.
En ser feliz, me concentro.
Debemos ansiar el bien
al que males nos desea
porque del alma cojea,
está lleno de rencor.
No sabe que ese dolor
se da vuelta y lo bolea.
A mi edad, sigo adelante,
ignorando a quien me hiere.
Aceptando a quien me quiere.
Lo adverso no me detiene.
Mi voluntad me sostiene
haciendo que obras genere.
Realista flor renovada.
Antes, tímida y miedosa.
Hoy soy la rima y la prosa,
escrita con un aullido
de mi pecho endurecido.
De lo logrado, orgullosa.
Nunca obtuve un privilegio.
Estudiar y trabajar,
trajeron pan a mi hogar.
La constancia y el empeño
cumplieron sueño tras sueño.
No fue fácil avanzar.
Continúo con mi esfuerzo.
No importa de dónde vengo,
tampoco, lo que yo tengo.
Pero sí, sé adónde voy,
pues luchadora yo soy.
Mi evolución no detengo.
Autora: María Rosa Ferrarotti
29/02/2024
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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