EL OTOÑO DENTRO MÍO
DÉCIMAS
se sustenta con tu ausencia.
Extraña la concurrencia
de tu amor, en el bohío
de este corazón vacío.
La inquietud rinde homenaje
al amarillo plumaje
de cada hoja que muere
sin que la vida pondere,
cayéndose del ramaje.
El silencio, cual hachazo,
tala el sol en el poniente
quitando su tul ardiente,
apoyando en mi regazo
el recuerdo del abrazo
que dejaste abandonado
en trasnochado pasado.
Cada frase de un poema
es la llama que no quema.
Es un farol apagado.
Alma otoñal que no alumbra.
Guarda en su centro una llaga
y solitaria divaga.
Permanece en la penumbra.
Su mañana, no vislumbra.
Encorvada en su miseria,
pierde sustancia, materia.
Empapada de tristeza
se va hundiendo en la pobreza
de luz, en su periferia.
Aquel paisaje amoroso
que creció en la primavera,
fue de humo, nada espera.
Por un túnel doloroso,
lamentable y escabroso,
me dirijo a la salida
dejada por tu partida
un día de abril lejano.
Va cayendo de mi mano,
tu carta de despedida.
Autora: María Rosa Ferrarotti
31/03/2024
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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