23 DE AGOSTO
DÉCIMAS
Mi cumpleaños festejo.
De la vida no me quejo
y lo pongo de relieve.
Aunque se cubran de nieve
raíces de mi cabello,
lo siento suave y tan bello
como si tuviera quince.
Mis ojos no son de lince
pero guardan su destello.
En mi rostro, cada arruga
simboliza lo vivido.
Un camino recorrido
con un ayer que se fuga.
Un presente que es oruga
convertida en mariposa
posada sobre la rosa
del alma abierta al destino.
Me conmueve cada trino
de mi vida tan añosa.
Yo sé que un ángel me guía.
No estoy sola en este mundo.
No me deja ni un segundo.
En mis acciones confía.
Me recarga de energía
cuando me ve cabizbaja.
Mi corazón se relaja
y sus gracias explicita.
Más lentamente palpita.
Prendido a sus alas, viaja.
No me arrepiento de nada
de lo que hice hasta ahora.
Soy la madura señora
con una niña atascada
en su entraña sosegada.
Una persona sensible
que no cree en lo imposible
basándose en la experiencia
anudada a su existencia.
Una historia irrepetible.
Soy feliz con lo que tengo.
No ambiciono tener mucho.
A mi conciencia, la escucho.
Cada tanto, me detengo.
Recordar de dónde vengo
y todo lo que he logrado
me muestran que lo pasado,
sin dudas, valió la pena,
y en este día se estrena
la obra que he atesorado.
Autora: María Rosa Ferrarotti
21/08/2024
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario