PLENILUNIOS DE AZAHARES
DÉCIMAS
En plenilunios de azahares
descubrí que me querías.
Que por mí, amor sentías,
como la arena a los mares.
Se besaron en pleamares
nuestros puros sentimientos.
No le otorgamos descuentos
a las caricias nacidas,
prolongando recorridas
en imborrables momentos.
Fuimos sal y miel de abejas.
No precisamos dormir
para un sueño perseguir
entre pasiones bermejas.
Pues traspasamos las rejas
de los desvelos latentes,
enredados en torrentes
de esplendorosas estrellas.
Dejamos eternas huellas
de espíritus convergentes.
Desnudamos los secretos
de atardeceres mortales,
con los clavados puñales
de sus soles indiscretos.
Les vendimos los boletos
de las funciones nocturnas
a las damas taciturnas
que se abrían sobre cercas,
hasta mojarse en albercas
con sus claras luces diurnas.
Alondras de amaneceres
de floridas primaveras,
de este amor, fueron voceras;
cumpliendo con sus deberes.
Se acrecentaron poderes
de señales amorosas.
Cada vez, más vigorosas.
Dejando que libres fluyan
y entre las almas confluyan
sus bondades primorosas.
Autora: María Rosa Ferrarotti
06/03/2025
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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