ANTÍDOTO
DÉCIMAS
Dame tu antídoto urgente
que de amor me estoy muriendo.
El tiempo va transcurriendo
como un dios intransigente.
En mi caja refulgente
de acuarelas afloradas
guardo pasiones doradas
de las que soy fiel guardiana.
En mi vida cotidiana
son reliquias añoradas.
No debo desmoronarme
ante los lirios marchitos
comidos por los bichitos
de tu amor al traicionarme.
Al querer abandonarme
en medio de la espesura
sin calcular la mensura
de sentimientos sinceros.
Se apagaron sus luceros.
Tienen cartel de clausura.
Si mis súplicas ignoras
y no vuelves a mi lado,
mi querer se habrá inmolado
junto a sus aves canoras.
Se volverán insonoras
cayendo al fin abatidas
porque fueron combatidas
con rezos no merecidos,
con llantos oscurecidos.
Y por tu amor, rebatidas.
Como mi verso describe,
tu antídoto no aparece.
De mi amor desaparece
lo que tu ausencia le escribe.
Otro amante le prescribe
su corazón desolado,
para no ser asolado
y anule lo padecido.
Logrando ser bendecido,
muy querido y consolado.
Autora: María Rosa Ferrarotti
12/11/2020
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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