ENCALANDO PAREDES
Fui encalando las paredes de una aurora florecida.
Quedando mi alma partida recobrando atardeceres.
Hice un poema sin redes para lanzarme al vacío
como corriente del río que a las rocas no se adhiere.
Cuando el corazón libere la angustia que lo encadena,
y termine la condena que lo mantiene en su celda;
quizás entonces comprenda al estar en campo abierto;
que en medio de algún desierto podrá desatar su venda.
Si los albores me apuran para que esparza mis nubes
de tristezas de arreboles sobre trigales de arenas;
aumentará más la pena temblando en viejos rencores,
sumida en los estertores del luto que la envenena.
Aguardo con sed de nardos los licores que me ofrecen
otros soles en las mieses de un mirar azucarado.
Mis versos se han acodado en una barra de esperas
para encontrar la manera de quedar bien apoyados.
Me entrego a los tornasoles de siestas almibaradas;
como rosas encarnadas, fragantes y soñadoras.
Mientras mi sentir explora otro horizonte fundido
en los ojos del estío, que me abrace sin demora.
Autora: María Rosa Ferrarotti
19/11/2020
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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