GROSELLAS DE VERANO
DÉCIMAS
Etiqueto las estrellas
en el sonriente verano.
Usan sombrero tejano
las agridulces grosellas.
Son coloridas doncellas
que maduran en racimos
cual sonetos que decimos,
rimados y generosos.
Son frutos ricos, globosos,
que con amor producimos.
En los arbustos cargados
de bayas negras y rojas
de perennes paradojas,
hay pensamientos colgados.
Encendidos. Apagados.
Evidentes. Resistentes.
Consecuentes. Estridentes.
Reprimidos. Expandidos.
En sus follajes, fundidos,
son corazones latentes.
Amor de los groselleros
cayendo como cascadas.
Son cabezas agachadas
que van leyendo letreros
fabricados con maderos
que los sentidos aportan.
Sus pareceres reportan
en las páginas del viento.
Los rescato. Los oriento.
Mis escritos los transportan.
La cruza de mis ideas
de distintivos sabores,
con miel y con amargores,
es igual al de jaleas.
En sus frutas, te recreas.
Paladeas lo que lees.
Requieren que las ojees.
Que cabalgues en sus versos.
Que no los dejes dispersos.
Que sus estrofas arrees.
Las grosellas del poema
dan su brillo, dan frescura.
Riegan salud. Son la cura
del irresuelto problema
donde la conciencia rema
para topar soluciones.
Estiman sus afecciones.
Estudian patologías.
Anulan melancolías.
Despachan las frustraciones.
Autora: María Rosa Ferrarotti
23/11/2021
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario