LA PAZ
DÉCIMAS
Faltan ramas del olivo
de la Paz en este mundo.
El silencio moribundo,
es mordaz y destructivo.
Cualquier acto conflictivo
acumula pesadillas.
Y nos cubren sus mantillas
sin guardar misericordia.
Encontremos la concordia
cultivando sus semillas.
Entre ráfagas dolientes
se dispersan esperanzas
prolongando sus mudanzas
a los pobres combatientes.
Apretando bien sus dientes
se resisten a la muerte
al forjar su contrafuerte
de valor inigualable.
Actitud noble, loable.
Invocando tener suerte.
Extendamos nuestros brazos
a la Paz que nos convoca.
Sin cerrar jamás la boca,
repliquemos con plumazos
efectuando buenos trazos
en las mentes distorsivas.
Negativas. Primitivas.
Engendrando nuevos rumbos.
Caminando sin dar tumbos.
De maneras cohesivas.
Desde dentro reflejamos
ser ovejas o leones.
Ser torcazas más que halcones.
Ser los siervos o ser amos.
A la vida, ¿qué sumamos?
La violencia te congela.
Tus acciones remodela.
Los valores adquiridos,
al lanzar largos aullidos
van dejando su secuela.
¡Qué la Paz esté contigo!
En la piel de los mortales.
Pues nacemos sin puñales.
El amor es el amigo
que me sigue, que persigo.
Me desprende de lo malo.
En mi ser, su Paz inhalo.
Te propongo concebirla
y con otros, compartirla.
Pues de Dios, es un regalo.
Autora: María Rosa Ferrarotti
30/03/2022
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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