ABRAZO DE QUEBRACHO
DÉCIMAS
Tú me debes un abrazo
de madera de quebracho.
A los míos, los despacho
al amparo del regazo
donde cada sueño trazo
conjugado con los tuyos.
Ambos somos dos coyuyos
en las noches calurosas.
Con entregas amorosas
alumbradas por cocuyos.
Amalgamos ilusiones
sobre mantas de trigales.
En las zonas abisales
de las mutuas efusiones
descargamos las pasiones
sin intentos de controles.
Atizamos arreboles
que madrugan tras los pinos.
Los desplantes venusinos
despabilan girasoles.
En las luces, en las sombras,
completamos las historias
de las fases amatorias
sobre cíclicas alfombras
de rocíos, si me nombras.
Tu lenguaje dentro mío
no se va por un desvío.
Va directo por la ruta
de mi sed, cual savia bruta
de los sauces del estío.
Y muy juntos nos quedamos
contemplando las estrellas.
Las contamos, todas ellas,
y los cuerpos arrimamos.
Nuevamente, nos amamos,
cuando cae ya madura
nuestra lírica locura
arrastrada por las horas.
Antipáticas señoras
que no guardan compostura.
Cobijamos el encuentro
con arpegios de jilgueros
en silencios mañaneros.
El amor es epicentro
turbulento, donde centro
la ganancia de placeres.
Es vital, que perseveres
en asedios afectuosos.
Muy intensos y fogosos.
Que tus bríos, los liberes.
Autora: María Rosa Ferrarotti
16/08/2022
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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