CORONITAS DE NOVIA
DÉCIMAS
Con las blancas coronitas
se vistió la gran pradera.
Emergió la primavera.
Un septiembre con florcitas
diminutas cual perlitas,
va cargando cada rama.
Doña brisa las descama,
las impulsa por el aire.
Ellas bailan con donaire.
Luego, duermen en la grama.
Danzan valses con aromas
de lavandas muy cercanas.
Semiesferas puritanas
pintan nieves en las lomas.
Son tan níveas cual palomas
sus siluetas blanquecinas.
Floraciones peregrinas
agrupadas en cascadas
con sus vidas limitadas.
Son huidizas golondrinas.
Amplias filas van formando.
Arrodillan sus ramajes
adornados con encajes.
Sus suspiros van lanzando.
De soñar, se van cansando.
Por tristezas son mecidas
y se sienten aturdidas.
Ya no son tan resistentes.
De finales inminentes
están todas disuadidas.
Cuando llegue la tortura
de no ver sus floraciones
estrellando dotaciones
en la siesta que murmura
con su máxima dulzura
sus arrullos calurosos;
avispones enojosos
velarán alrededores
siendo claros perdedores
de sustentos muy sabrosos.
En un año, más o menos,
tratarán de reinventarse
y de soles, empaparse.
Volverán con los estrenos
de sus trajes tan serenos
a cubrir cielos terrestres
en los ópalos campestres.
En la paz de sus pañuelos,
echarán flores a vuelos
con imágenes silvestres.
Autora: María Rosa Ferrarotti
02/10/2022
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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