POESÍAS Y CANCIONES DE AMOR EN TODOS Y CON TODOS LOS SENTIDOS. DÉCIMAS. HAIKUS. SONETOS CLÁSICOS. ROMANCES. POESÍA LIBRE. CUENTOS. REFLEXIONES. LETRAS DE CANCIONES. SEXTILLA HERNANDIANA.

martes, 18 de febrero de 2025

POESÍA


LA BOTELLA

DÉCIMAS

El océano atropella
con oleaje virulento
empujado por el viento,
dejando espumosa huella.
Una apaleada botella
es llevada a la bahía.
Las corrientes son su guía.
Queda enterrada en la arena.
Varada como ballena.
Viene de la lejanía.

De su cabaña playera,
él se dirige hacia el mar
porque le gusta pescar.
Se pasa la tarde entera.
Le hace sombra una palmera.
Pesca solo una corvina
y una mediana sardina.
Pero en su caña, enganchada,
hay otra cosa atrapada,
que ni en sueños se imagina.

Cuando recoge la tanza,
ve colgando de un anzuelo
bien atado a su señuelo,
algo lustroso, con panza.
Muy curioso se abalanza
para ver de qué se trata.
Una botella desata
y cuidadoso la observa.
Dentro de ella conserva
una nota que rescata.

La nota tiene una fecha
de tres años para atrás.
La lee, pero además,
a contestarla, aprovecha.
Él va cortando la brecha
con la mujer que la manda,
que suplica y que demanda
al hombre que la ha dejado,
para que vuelva a su lado.
Esa mujer es Amanda.

Su mirada inamovible
sobre el papel amarillo
y el humo del cigarrillo,
captan su lado sensible.
Complaciente, incorregible.
Al comenzar a escribir.
va expresando su sentir
sobre el mensaje leído.
El que el mar había traído
en su continuo insistir.

Pone codos en la mesa.
Luego, sigue con su nota.
De escribir, nunca se agota.
Está haciendo una promesa.
Sus intenciones confiesa
a la mujer misteriosa.
Demandante. Borrascosa.
Y requiere conocerla,
para poder entenderla.
Su actitud es decorosa.

Al terminar dicha carta,
redacta su remitente.
La envía de forma urgente.
La respuesta no descarta.
Sus ilusiones, no aparta.
Su emoción es indomable.
Un deseo incontrolable
de él empieza a apoderarse.
A ella quiere ya enfrentarse.
Eso es algo inevitable.

Ha pasado un mes y medio.
La esperanza está flaqueando.
Mientras, él, sigue pescando;
creyendo que no hay remedio.
Va sufriendo un fuerte asedio
de soledad y fracaso,
sin escuchar cada paso
que se acerca hasta su vera.
Es Amanda, ¡quién dijera!
la que llega en el ocaso.

Se da vuelta sin pensarlo
cuando le tocan el hombro.
Se miran, y con asombro,
ella se empina a besarlo.
Eso, no pudo evitarlo.
Él le dice: -Te esperaba.
-Eres como imaginaba-
le contesta la muchacha.
Y otro beso le despacha
a quien tanto la aguardaba.

Ambos aman su destino.
Conviven en la cabaña.
La luna los acompaña
mientras beben un buen vino.
Es un encuentro divino.
Planeado desde lo alto.
Su felicidad resalto.
Dios quiso que se juntaran
y que por siempre se amaran.
Sus bendiciones exalto.


27/01/2025
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.



 

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