FANTASMA VIVIENTE
DÉCIMAS
Una pluma y una vela
junto a un papel, necesito;
para dejar por escrito
lo que a mi alma la desvela.
Utilizo una parcela
de mi mustio sentimiento
para expresar lo que siento
de forma lenta, cansina.
La tristeza me domina
y ya no me queda aliento.
La lluvia canta en mis ojos
la nostálgica balada
que enceguece mi mirada
y la envuelve en cielos rojos.
Deja tan solo despojos
de un amor en flor, perdido;
provocando largo aullido
del dolor que lo marchita.
El corazón se limita
a darse ya por vencido.
¡Qué cruel ha sido el destino
desoyendo mi plegaria!
En mi esfera solitaria
se desató un torbellino.
El silencio no intervino
ante tanto griterío
de este amor que está vacío,
sin poder recomponerse.
Apenas puede moverse,
lleva un pesado atavío.
¿Cuál será la solución
para salir de este embrollo?
He deshojado el pimpollo
que no tiene explicación.
Se rompió la relación
entre el ayer y el presente.
Tu figura sigue ausente
y yo vago entre penumbras.
Con tu pasión, no me alumbras.
Soy un fantasma viviente.
Quizás algún día encuentre
lo que no hallo en la vida.
Otra farola encendida
que en mis sentires se adentre.
Que haga que me reencuentre
con otro ser fascinante.
Que no sea un emigrante
de mi atención amorosa.
Que sea la bella prosa
de felicidad constante.
Autora: María Rosa Ferrarotti
31/08/2025
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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