PARA AMAR...
Para amar, hay que deslizarse por los tejados
resbaladizos de una escarcha de luna.
Para amar, hay que desprenderse del último
vagón del tren que carga las desilusiones pasadas.
Para amar, hay que adentrarse en el útero escarlata
del abrazo estrecho de las pasiones.
Para amar, hay que fundirse en los leños candentes
de unos besos arrobadores.
Para amar, hay que aventurarse en las islas
de otro amor cercano a nuestras costas.
Para amar, hay que prolongarse en las sombras
de otro dueño de noches estrelladas.
Para amar, hay que desatarse de los lazos
que nos unen a la eternidad del desencuentro.
Para amar, hay que mecerse en la hamaca
del latido de emociones de otro corazón.
Para amar, hay que abandonarse a los trinos
de primavera y a las lluvias de otoño.
Para amar, hay que reconciliarse con el sabor
de las uvas del buen vino del destino.
Para amar, hay que alejarse de la palidez
y de la rigidez mortal de los restos de la razón.
Para amar, hay que convencerse que es posible contemplar
el rostro de la felicidad, sin máscaras ni condiciones.
Autora: María Rosa Ferrarotti
26/06/2010
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR
De Antología Poética y Cancionero
"Mucho gusto,¿quién soy yo?"
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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