NOCHE DE TORMENTA
DÉCIMAS
Una noche de tormenta,
de relámpagos y truenos;
la pasión no puso frenos.
Su silueta corpulenta
refrescada con la menta
de tus ojos de pradera,
encontraron la manera
de saciar mi sed dormida.
En tu piel de mar curtida,
fui gaviota prisionera.
Golpeteo de las ramas
de la fronda de latidos
de sentidos desvestidos
sobre suaves cubrecamas,
tejieron con sus retamas
un enjambre de placeres.
A mis labios mercaderes
ofertaste sensaciones
en frenéticas reuniones.
Necesitan, lo reiteres.
Mientras gimen nubes negras
a lo largo de los cielos,
se pronuncian los anhelos
y sus designios integras.
Mis pedidos, los reintegras.
Polinizas las corolas
de granates amapolas
de momentos especiales.
Prodigiosos. Sustanciales.
Mis agobios, los insolas.
Cada gota que nos cubre
se resbala lentamente.
Cabalgando por la frente
continúa, redescubre
nuevos rumbos, los recubre
con salina mascarilla.
Al besar cada costilla,
aletean picaflores.
En los cuerpos, los sudores,
son cristal que siempre brilla.
Si la lluvia se termina,
que la magia no se vaya.
Mi palabra lo subraya
y recuerdos rebobina.
Sus perfumes disemina
en vivientes esculturas
que congenian sus figuras
con amor empoderado
y derecho reservado
sin que valgan las censuras.
Autora: María Rosa Ferrarotti
14/01/2022
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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