BANDADAS DE PENAS
DÉCIMAS
Sanguinario es el silencio
al brillar las lunas llenas.
Descarrilan muchas penas.
Sus congojas, las presencio.
De afectarme, las licencio.
A los aros de Saturno
se van en vuelo nocturno.
Forman extensas bandadas
cuando llegan alboradas
con sus cielos taciturnos.
Solitarias como vientos
pululan por todas partes.
Son los tristes estandartes
del alma y sus sentimientos.
Remolinos polvorientos
que ensucian los corazones
escondiéndose en rincones,
con vástagos de impotencia.
No piden luz ni clemencia
y pican cual avispones.
Las penas son las serpientes
que matan las esperanzas
con venenos de añoranzas.
Van siguiendo las corrientes
de los ríos inconscientes
que transportan las memorias.
Las rescatan como norias,
de los pozos del olvido.
Es letal su contenido.
Residuales, como escorias.
Algunas, son duraderas.
Otras, llegan a sanarse.
Van dejando de culparse
saliendo de madrigueras,
entre las plantas rastreras
del dolor que las circunda.
Dejan su cueva profunda
y respiran aire fresco.
Diseñan un arabesco
de paz certera y rotunda.
Si las penas se marchitan,
se destierran sinsabores.
Son más claros los colores
que alegría resucitan.
Las tristezas deshabitan
los amores y sus fraguas.
En la calma de las aguas
florecientes de la dicha,
se constriñe la desdicha
cual manjar de lampalaguas.
Autora: María Rosa Ferrarotti
07/01/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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