DESVÍSTEME
DÉCIMAS
Sí, desvísteme despacio
como las lucesdoradas
con hilos de sol bordadas,
en auroras de topacio.
Ponlas en mi pelo lacio
prendidas con el lucero
luminoso, tempranero,
con engarces de brillantes.
Luego, quítame los guantes.
Por tocarte, yo me muero.
Desabrocha mi vestido.
El collar con la esmeralda
ya resbala por mi espalda,
de mi cuello, desprendido.
Lo sacaste tú del nido
arropado por mi piel.
Y ya libas de la miel
del escote liberado.
Gratamente motivado,
a mi ardor tú le eres fiel.
Ve sacando con tus manos
lo que resta de la ropa,
que me enciendo cual estopa
en todos mis meridianos.
Ellos lucen tan ufanos
como flor en primavera.
Permanecen a la espera
de visitas afectuosas.
De caricias generosas
avivando más la hoguera.
Necesito que me riegues
con tus besos, sin premura.
Que me quieras sin censura
y tus ansias no repliegues.
De tus labios, no me niegues
el placer de hacerlos míos.
Que recorran como ríos
mis lugares favoritos
y que colmen apetitos
en mis cálidos rocíos.
Nunca olvides lo que digo.
Soy tu cima de deseos.
Cuando acabas los rastreos,
con tu hombría yo me abrigo.
Soy tu paz, dulzor del higo
palpitante que degustas.
A mis ánimos te ajustas.
Satisfaces mis demandas.
Me deleitas y comandas
aportaciones augustas.
Autora: María Rosa Ferrarotti
20/01/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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