ESTÍO
DÉCIMAS
Es de peras y bananas.
Con sus uvas y manzanas.
Es la estación estival
perdida en el naranjal,
con calores sofocantes
como sufren los amantes
que se abrazan junto al río.
Es jazmín en el estío
de los versos más fragantes.
Es la lluvia y la sequía
de los lazos amorosos.
Son los árboles frondosos
que se llenan de energía
y nos brindan compañía
si muy solos nos sentimos.
Es el libro que no abrimos
pues soñar es preferible.
En los sueños es factible
hacer lo que decidimos.
Pasaron muchos veranos
de mi vida en esta tierra
que recuerdos desentierra
y se visten de lejanos
en montañas, en los llanos,
con anécdotas dichosas.
Perfumados como rosas
los rescato como puedo.
A mi memoria concedo
hacer tareas forzosas.
El brillar de las estrellas.
La siesta. Noches de luna.
Constituyen la fortuna
de las cosas simples, bellas,
perpetuando con sus huellas
los románticos momentos.
Florecer de encantamientos.
El calor. Coros de trinos.
La vendimia. Buenos vinos.
Propuestas. Consentimientos.
Autora: María Rosa Ferrarotti
17/01/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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