RAPIÑA
DÉCIMAS
Un mordisco de frutilla
sembraste sobre mi boca.
Mi sorpresa no fue poca
pues giraste la perilla
que sentidos maravilla.
A mis labios entregaste
tu sabor y subrayaste
un idilio de novela.
Allí te di la tutela
del beso que rapiñaste.
En mi miel te escabulliste
con mirada de castaño.
Dejaste de ser extraño.
A mis ansias propusiste
un resguardo y le pusiste
un broche color dorado
en el ojal apropiado
del origen del deseo.
Sin miedo ni titubeo,
sentí pasión a tu lado.
Añadiste sal marina
con oleajes de ternura
a mi playa de amargura.
Con tu presencia salina
trajiste la ventolina
que arrastró la incertidumbre
quitando la pesadumbre
de mis sueños sin frontera.
Fuiste sol de primavera
en mis jornadas sin lumbre.
Eliminaste el veneno
de mi noche desvelada.
Le ganaste la jugada
a mis dudas, con un pleno.
Nuevas auroras estreno
con abrazos del lucero
en las caricias de enero
junto a tu piel que me abriga
y a quererte más me obliga
fiel amante y compañero.
Autora: María Rosa Ferrarotti
12/06/2023
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Imagen de Internet.
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