TODO Y NADA
Te dejo una luna encandilada de soles en el respaldo de tu cama,
un ramo de girasoles dormidos en la luz de la alborada.
Te dejo un regreso prometido apretado en mi garganta;
y, en los poros de un poema, amor en cada palabra.
Te dejo flores de ciruelo en el pórtico de tus miradas;
el aguardiente de mis besos, correteando por tu boca de manzana.
Te dejo un cesto de trinos, sobre las ramas que dan sombra en tu ventana;
y un capullo por abrirse, en un óleo que pintaba.
Te dejo una caricia asomada en tu rostro, en las noches solitarias;
y un colmenar de pasiones totalmente desbordadas.
Te dejo la musa eterna del amor de aquel que ama;
y el susurro de las hojas de primaveras tempranas.
Te dejo todo, y también, te dejo lo que me falta:
todo, es mi corazón; con parches, con esperanzas.
Tus dudas viajan conmigo, tus razones no hacen falta;
tu silencio dice todo, sin decir ni una palabra.
Te dejo mi despedida, pero también mi llegada;
cuando se ama de veras, se encuentra el camino a casa.
Si el amor es verdadero, no encoge ni deshilacha.
Si por una de esas cosas, te das cuenta que me extrañas;
y, en el cabalgar del tiempo, reconoces que me amas;
regresaré en alto vuelo con mi alma enamorada.
Por eso, te dejo todo; aunque hoy, me des la espalda;
porque de tantos regresos, hallaré lo que me falta.
Autora: María Rosa Ferrarotti
15/07/2006
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR
De Antología Poética y Cancionero
"Mucho gusto, ¿quién soy yo?"
Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
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